Por: Ing. Arcadio Henríquez, MBA

           Experto en Logística

Cuando la preocupación por el cambio climático y el calentamiento global aumenta cada año que pasa, las empresas deciden apostar por mejorar sus comportamientos con un doble objetivo: reducir su impacto medioambiental y mejorar la imagen de la empresa en los clientes.

Incorporar metodologías y procesos en todo el sistema logístico para reducir la huella de carbono incluso está propiciado en muchos países por las administraciones públicas con más sensibilidad por temas ecológicos.

Con las nuevas tecnologías verdes que existen en la actualidad (vehículos eléctricos, nuevos métodos de embalaje…) las empresas que apuestan por la logística verde consiguen incluso ahorrar costes.

Conseguir que las empresas de logística se vuelvan más verdes implica modificar todo el proceso: almacenamiento, empaquetamiento, distribución, transporte y reciclaje. Llevando a cabo actuaciones en cada uno de los procesos se consiguen resultados sorprendentes y son muchas las grandes empresas que ya lo hacen.

Es importante entender que la logística verde, también llamada inversa o reversa, se define como el manejo eficiente del flujo de materiales, productos terminados, información e inventario de lo qué va a ser reciclado o reutilizado, desde el punto donde perdió su vida útil, con el fin de recuperarlo, parcial o totalmente, de manera que se reduzcan costos e impacto ambiental.

Logística Inversa: Es el proceso de proyectar, implementar y controlar el flujo de Materia prima, inventario en proceso, productos terminados e información relacionada. Desde el punto de consumo hasta el punto de origen de una forma más eficiente y la más económica posible, con el propósito de recuperar su calor ó el de la propia devolución.

Logística Verde: son los procesos que tienen por objetivo la reducción o minimización del impacto medioambiental de las actividades de la logística y de la logística inversa, por lo que la logística verde puede ocuparse de cuestiones como la medición de consumos de energía o de eco diseño de embalajes que no son tratadas por la logística inversa.

La logística verde no sólo obedece a fines comerciales, ya que está muy relacionada con el sentido social que deben buscar las empresas, quienes tienen mayor interés en cuidar a la comunidad y al medio ambiente.

Esta labor comprende todas las operaciones físicas y de planeación que facilitan la recuperación de los productos antes mencionados, su debido manejo, transporte y adecuación, partiendo desde el lugar de su fabricación hasta el punto donde debe recuperarse. Esto quiere decir que, en resumen, la logística en reversa ejecuta el mismo proceso de la logística tradicional, pero a la inversa, puesto que se encarga de trasladar la mercancía que haya sido desechada desde el punto en el que se encuentra hasta el lugar de disposición final.

La logística inversa se encarga de la recuperación y reciclaje de envases, embalajes y residuos peligrosos; así como de los procesos de retorno de excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales. Incluso se adelanta al fin de vida del producto, con objeto de darle salida en mercados con mayor rotación.

Componentes de la Logística Verde 

Desde la perspectiva de la logística empresarial, la logística inversa está integrada por los siguientes procesos de gestión:

  • Retorno de productos que fueron rechazados por el canal de comercialización o por el consumidor final.
  • Retorno para la reutilización de envases
  • Reutilización de materiales 
  • Reacondicionamiento de producto rechazado
  • Manejo de residuos y/o desechos a reciclar, 
  • Manejo de residuos y/o desechos peligrosos, que pueden ser enviados a recicladores
  • Manejo de residuos y/o desechos para destrucción y disposición final.
  • Manejo de materiales reciclados sustitutivos que reducen el uso de materiales vírgenes.

Los trabajos verdes se pueden definir de la siguiente manera:

  • Transporte Verde: Utilizar unidades que reduzcan las emisiones de gases contaminantes o la utilización de medios de energía alternativos.
  • Almacenamiento Verde: Contar con una buena infraestructura que permita que la mercancía se pueda mover fácilmente, así como cargarla de la misma manera. Maximizar el uso de luz natural, colocando paneles solares en los techos de los depósitos.
  • Carga y descargar verde: reducir el desperdicio de los materiales, disminuyendo el manejo inefectivo de maquinaria obsoleta e invirtiendo en moderna maquinaria que permita un balance correcto.
  • Empaquetamiento Verde: Utilizar el menos posible material para empacar, o utilizar materiales biodegradables que no afecten al ciclo biológico.
  • Recolección y dirección de información verde: Esto implica la utilización eficiente y el control de la información para evitar el desperdicio de papel y de energía eléctrica, además esto hace más eficientes los procesos, ahorrando tiempo y espacio. Ayuda a saber si los procesos que se están llevando a cabo se están siendo realizados adecuadamente según los requisitos que se piden.

Es claro que este tipo logística no se trata de un capricho, pues existen por lo menos tres vectores para su impulso:

  • Consideraciones de costo beneficio. Se desarrollan procesos con productos mejores con costo de producción más bajo, permitiendo la recuperación del valor de los envases, empaques, embalajes y unidades de manejo reciclables.
  • Requerimientos legales. Derivados de la protección a la salud y de las Leyes ambientales del país y los reglamentos aplicables a cada sector.
  • Responsabilidad social.  Impulsada por organizaciones no gubernamentales y asociaciones de consumidores que, apoyados en su poder de compra, buscan productos más seguros y ambientalmente amigables.

Procesos en logística verde

En la logística verde los procesos se enfocan a cuatro objetivos claves:

  • Reducción de insumos vírgenes.
  • Reciclado.
  • Sustitución de materiales.
  • Gestión de residuos.

Los procesos de la logística empresarial se puede realizar un análisis enfocándose a los cuatro objetivos claves señalados.

Reducción de insumos vírgenes: La utilización en envases, empaques y embalajes de materiales reciclados y reciclables es la mejor estrategia para la gestión de la basura doméstica. Es la manera de reducir al máximo la utilización de insumos vírgenes y de generar la menor cantidad de “basura” que debe desecharse.

Diseñar envases, empaques y embalajes con menos materiales y más austero dentro de las normas exigidas para su desempeño, incrementar la cantidad de producto ofrecida al consumidor; diseñar envases, empaques y embalajes comprimibles y/o compactables; rediseñar el producto para reducir las necesidades de envases, empaques y embalajes. 

Reciclado: Aquí se trata de manejar separadamente los materiales a reciclar de los desechos. Frecuentemente se necesita diferente equipamiento para el pre-procesamiento y, en general, los que manejan el material para reciclar pueden ser inversiones del operador logístico que se hará cargo de ellos. Los vinculados a desechos siempre implican un análisis de compromiso de costos con transporte.

Sustitución de materiales: El incremento de la tasa de innovación en procesos de reciclado debe impulsar la sustitución de materiales, en particular de los más pesados por otros más ligeros, con igual o superior desempeño (como es el caso en la industria automotriz, donde los plásticos están sustituyendo masivamente partes de metal y vidrio en los automóviles, así como el aluminio o los materiales “composites” en los nuevos “chasises” de los camiones disminuyen la tara, facilitando un aumento de la unidad de carga para igual peso, por ejemplo.

Gestión de residuos: Las políticas de abastecimiento de materiales deben evaluar la tasa de residuos en la utilización de materiales, pues el manejo de residuos tiene un costo no despreciable y también puede ser necesario tener políticas de aceptación de muestras, si las exigencias de gestión de los residuos de éstas, o simplemente su disposición por rechazo, es costosa.

Para la disposición final de residuos, es conveniente que los vehículos que los transportan dispongan de ciertas capacidades: compactadoras, granuladoras, mecanismos de ayuda a la clasificación como cribas, fácil y adecuado acceso a la carga para realizar inspecciones, entre otros aspectos. También, el transporte de residuos exige un “ruteo” que minimice los impactos negativos en el tráfico y las comunidades (emisiones, ruido), así como una planificación integrada respecto a las decisiones de localización de las áreas de relleno sanitario y/o basureros industriales.

Otras de las áreas de la Logística que Gestiona la Logística Verde

Procuración y compras: Hace énfasis en el aprovisionamiento, desarrollo de proveedores y la adquisición de materias primas, componentes, materiales para envase, empaque, embalaje y unidades de manejo que sean “amigables con el ambiente”.

Las tecnologías para reciclar se innovan, haciendo que los residuos a desechar disminuyan. Sin embargo, para los que aún deben desecharse, también mejoran las tecnologías para el relleno sanitario, o se recupera energía de las incineraciones produciéndose calefacción urbana.

Transporte y gestión de tráfico:

El transporte y la gestión de tráfico es un proceso clave en logística Verde. Existen operadores especializados en el manejo de retornos de producto, retorno de envases reutilizables, materiales de envase, empaque y embalaje para reciclado, entre otros. Los costos del transporte alcanzan a un 25% de los costos totales de la logística verde.

En el caso del transporte, es necesario utilizar aceite reciclado, llantas o cubiertas reencauchadas o revulcanizadas, así como filtros reconstruidos, y baterías con celdas de plomo derivadas del reciclado de baterías dadas de baja.

Almacenamiento e inventarios 

Este proceso en “Logística Verde” involucra cuestiones de localización, lay-out, equipamiento de infraestructura para el manejo y acondicionamiento para almacenar más adecuadamente. Muchas empresas están optando por implementar paneles eléctricos para reducir el costo de la energía eléctrica y disminuir el impacto ambiental con esta energía renovable.

Se trata de minimizar el número de almacenes y realizar una reingeniería para manejar los materiales sustitutos. Conviene insistir en los procesos de tercerización con operadores logísticos especializados.

Tambien hay empresas que han sustituidos los materiales en el equipamiento de los almacenes, desde “racks” más durables, con un mejor tratamiento de electroforesis para las piezas metálicas, en el cambio de montacargas con motores de combustión por los que usan electricidad y que no contaminan.                                 

Envase, empaque y embalaje

Estos procesos son los que primeros fueron sensibilizados al inicio de la “Logística Verde”. Se ha trabajado mucho y existe una amplia experiencia en este aspecto. Las normativas establecen símbolos para señalar qué envases, empaques y embalajes se derivan de materiales reciclados, cuáles son reciclables y son reutilizables.

 Las Devoluciones y la Logística Inversa

El interés por la logística inversa ha crecido en los últimos años, sobre todo debido a los altos porcentajes de devoluciones a los que las empresas tienen que hacer frente. Esto ha permitido que se desarrollasen nuevas actividades que hasta hace pocos años eran prácticamente desconocidas en el mundo empresarial.

En la actualidad, mientras que los minoristas están experimentando soluciones para reducir las devoluciones y mejorar la gestión de éstas, las cadenas más grandes también están explorando el campo de la logística inversa para reinsertar las devoluciones en la cadena comercial de manera eficaz y eficiente en cuanto a los costes, y, si es posible, recuperar parte del valor. Así, una buena política de devoluciones puede suponer ganar competitividad y fidelizar clientes.

Observamos que se están abriendo nuevos ámbitos de actuación que pueden, si se aprovechan correctamente, conducir a nuevas estrategias de negocio para las empresas.

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El Medio Ambiente y la Logística Inversa

La logística inversa también gestiona aquellos productos que el usuario ha desechado, no porque se trate de productos defectuosos, sino porque han llegado al final de su vida útil. Son los llamados “productos fin de vida”. Estos productos pueden representar una oportunidad de negocio para muchos agentes económicos. Además, van a requerir una especial atención, ya que pueden suponer una nueva fuente de materias primas, siendo susceptibles, por tanto, de incorporarse de alguna manera en la cadena productiva.

Las grandes empresas del sector son las que están liderando la transición hacia una logística más ecológica. Es importante que esto suceda, puesto que actúan de tractor para que las más pequeñas se sumen a la iniciativa y así conseguir reducir el impacto de forma general en todo el sector de la logística y el transporte.

Respetar el medio ambiente no es un capricho, es una responsabilidad de todos y el sector empresarial debe por comprometerse por un mundo más limpio y saludable.

Fuente: https://zonalogistica.com/.

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